miércoles, 1 de febrero de 2012

HAZ LO QUE YO DIGO, NO LO QUE YO HAGO




Islas Malvinas e Islas Chagos: las dos caras del Imperio británico

Los argentinos conocemos el caso de Malvinas, ¿pero el de Chagos? De como Inglaterra mató y expulsó a sus habitantes de una isla en el Índico para hacer de ella una base militar. Todo en secreto bajo la firma de un "decreto real". Mentiras, engaños y la maniobra que permitió la impunidad finalizó bajo el sello de la Reina utilizando un recurso de la época medieval.



¿Conocerán ‘los kelpers’ esta historia? Porque en Malvinas ya hicieron lo mismo con pobladores argentinos en 1833 y actualmente hay más militares en servicio activo que habitantes…
Un caso histórico reciente que pulveriza el falaz argumento británico respecto a Malvinas, fundado en un supuesto respeto al 'derecho de los isleños a su autodeterminación', justificando así su desmesurado despliegue militar 'para garantizarlo'.
«Lo que muestran los documentos no es sólo una sucesión de mentiras sino una despótica actitud de desprecio y brutalidad. En agosto de 1966 Sir Paul Gorwood escribió: “Debemos ser muy firmes en este asunto. El objetivo de la operación era hacernos con ciertas islas para que fueran nuestras. No habrá más población indígena que las gaviotas.”»


Chagos - Islas Diego García [a 40 años de un despojo]


Situadas entre África y Asia las islas Diego García pertenecían a la jurisdicción de Mauricio durante el dominio colonial inglés. Hoy siguen siendo colonia pues al obtener Mauricio ‘autonomía commonwealth’ en 1971, la corona impuso la condición de no reclamar jamás estas islas.
La cospiración se inicia en la década de los '60, cuya 1ra etapa concluyó en 1976 con la expulsión total de sus aprox. 2.000 habitantes (operación ‘limpieza y desinfección’). Siguió cuando los excluidos manifestaron en Mauricio en 1982. Aún no ha concluido dadas 1° las secuelas en esa gente que en el año 2000 ganó el caso en la Corte Suprema de Justicia de Gran Bretaña (fallo vetado por la reina) y 2° los numerosos bombardeos realizados a Irak y Afganistán desde esa base estratégica conjunta UK & USA.
Aquí vemos como dos gobiernos supuestamente ‘civilizados’ de estados poderosos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, justifican con mentiras sus acciones para erradicar la población nativa de una isla destinada a enclave militar.
¿Conocerán ‘los kelpers’ esta historia? Porque en Malvinas ya hicieron lo mismo con pobladores argentinos en 1833 y actualmente hay más militares en servicio activo que habitantes… Además un fallo de la Corte Suprema Británica les dio la razón, pero el fallo fue vetado por la reina.


El Caso


En las islas vivían desde el siglo 18 comunidades provenientes de India y África, en Diego García, la isla principal, residían unas 2.000 personas.
En 1965 el gobierno británico de Wilson decidió expulsar en secreto a los habitantes de las islas Chagos.
Un real decreto [carta patente], firmado por la reina de Inglaterra, permitió deportarlos sin conocimiento del parlamento británico y de las Naciones Unidas.
Toda la población fue declarada “prescindible”; un paso esencial para conseguirlo, fue privarlos de suministros y alimentos básicos: nada de leche ni de sus derivados, tampoco aceite, sal, azúcar y ni siquiera medicamentos. Sacrificaron a todos sus perros y mascotas. El objetivo era aterrorizarlos para que se fueran.
Se les anunció que su tierra natal había sido vendida. Los embarcaron como a rebaños rumbo a Mauricio, y comenzaron las muertes de los isleños víctimas de la pobreza y de la tristeza.
Algunos exiliados de Chagos denunciaron a Gran Bretaña por haberles arrebatado su patria bajo el secreto, el engaño y la violación de la Carta de Naciones Unidas. Durante décadas, el Reino Unido mantuvo oficialmente la ficción de que las islas Chagos estaban deshabitadas cuando las colonizó.
El hallazgo de documentos secretos del Foreign Oficce prueban que los nativos fueron víctimas de una conspiración para crear una estratégica base militar entre Asia y África. Hace seis años la corte suprema de Londres dio la razón al pueblo de Chagos, el tribunal declaró ilegal la expulsión de los isleños: “ pues bien, por fin, volver a casa.” Pero el compromiso británico adquirido con los estadounidenses para la cesión de la base militar fue que el territorio estuviera “limpio y desinfectado”, según sus palabras.
En consecuencia, el Foreign Oficce, anunció que el gobierno inglés no permitiría el regreso de los isleños.
Tony Blair, ya sin excusas, recurrió hace año y medio a utilizar la aprobación de la reina, a través de un poder medieval que no necesita justificación, ni explicación, sólo la firma real [real decreto o carta patente].
Se valió del mismo recurso dictatorial que permitió en los años sesenta expulsar de su patria a los nativos de las islas Chagos, y ahora, para prohibirles que vuelvan.





http://www.malvinense.com.ar/smalvi/10/1452.htm

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