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martes, 20 de junio de 2017

INSEGURIDAD: INTERESES POLITICOS E INCOHERENCIAS

Hoy no fui a trabajar por el paro de colectivos, producto del asesinato de un chofer en Claypole, así que me puse a escribir esto. Estamos ante un nuevo logro de la democrática Argentina y su nota dominante: la inseguridad.
 
Vemos en todos los canales, periodistas haciendo cola para “compungirse” por tamaña pérdida, pero de autocrítica ni hablar. A los medios de comunicación se los suele llamar “el cuarto poder” y es tan corrupto e hipócrita como los otros tres,  ejecutivo, legislativo y  judicial, o tal vez es peor que esos tres. También los medios se mueven por influencias y dinero, hay que ser muy ingenuo para creer que los medios “informan”.
 
Hasta hace unos días atrás se notaba que la orden a todos los medios era salir a justificar y victimizar a los delincuentes menores de edad, así que el hecho de que salgan hoy a hacerse los dolidos por un nuevo muerto es por lo menos hipócrita.
 
Estos mismos medios son los que cuando se lincha un delincuente, matándolo o dejándolo maltrecho, se rasgan las vestiduras y le dan micrófono compulsivamente a los “expertos” defensores de los “derechos humanos”, que piden una investigación y “castigo ejemplar” al “delincuente” que  tuvo que hacer el trabajo que el estado no hace: hacer justicia por mano propia. Son estos medios también los que se comportan de análoga manera, linchando mediáticamente, a quien proponga, desde algún puesto legislativo, el endurecimiento de las leyes contra los delitos a la propiedad y las personas.
 
Y es que este sistema funciona así, como todo sistema, se conforma por piezas, engranajes que trabajan al unísono, con un objetivo claro: la indefensión, la desconfianza mutua de los ciudadanos, el caos y la anarquía. Y esto es así para todos los partidos “importantes”, trabajan mancomunados, aunque parezca que se pelean.
 
 De izquierda a derecha, discuten por nimiedades, pero a la hora de los temas importantes todos responden a los “dueños de la guita”, porque cuando de arriba, los grandes poderes del capitalismo financiero internacional, bajan una línea, en menos de 24 hs los partidos “mayoritarios” sacan cualquier ley que necesiten. De no hacerlo se le corta la financiación y con esto la posibilidad de seguir lucrando con la política. Por eso la denominada democracia de partidos políticos no es representativa, porque no responde a sus representados, sino del dinero para mantener la maquinaria partidaria y propagandística funcionando.
 
Con la inseguridad pasa lo mismo, la orden de arriba es mantener la delincuencia en la calle, porque es uno de los tantos factores utilizados para mantener el desorden social, el cual crea una masa maleable y desorganizada que el poder desea para  moldearla como le plazca. Y el papel de los medios es claro, hacer una cobertura  justificando la delincuencia, acusando a quienes quieren reprimirla de “nazi”, epíteto  desgastado al punto de no significar ya nada hoy en día, cualquier cosa que contradiga los designios de este poder es “nazi”, limitándose a compungirse hoy por un trabajador muerto, pero mañana volverán al mismo discurso pro delincuencia.
 
Al  mismo tiempo, y como reflexión final, me viene a la mente la paradoja de cuando la línea 60 estuvo de paro, hace un año aproximadamente si mal no recuerdo,  y era apoyado por el Partido Obrero, partido marxista troskista que, como buen partido de izquierda, defiende sistemáticamente a los delincuentes, licuando la culpa de ellos en “la sociedad”, de la misma forma que hace con los violadores y asesinos echándole la culpa al “patriarcado y el machismo”, entes totalmente abstracto que conducen a la impunidad del delincuente.
 
En este caso seguramente la izquierda hará lo mismo de siempre, ante un trabajador muerto por un delincuente optará por este último o por la evasiva de echarle la culpa una vez mas a “la sociedad” como causante de la delincuencia. Es hora de que los trabajadores identifiquen lo que en verdad es la izquierdasolo una caterva de agitadores a sueldo.
 
El trabajador tiene que darse cuenta que por derecha y centro tiene mercaderes de la política que lo único que hacen es lucrar y obedecer las órdenes del poder capitalista financiero que los financia. Por izquierda tienen agitadores a sueldo que se adueñan de los legítimos reclamos de los trabajadores para terminar tergiversándolos  defendiendo a los mismos delincuentes que matan trabajadores como en este caso puntual.
 
Pero claro, para la prensa la izquierda o la derecha son los buenos, los democráticos, a pesar de que sean unos delincuentes, agentes de la descomposición social y defensores de ladrones y antisociales. En cambio, esta misma prensa hipócrita y a sueldo se encarga de recordar todos los días que nosotros, los nacionalistas, que exigimos que se termine con esta carnicería democrática, que proponemos mano dura para los delincuentes, de a pie y de guante blanco, que exigimos que se termine de darle el poder a los corruptos, somos los “nazis”, los malos, los antidemocráticos.
 
Es hora de que los trabajadores se den cuenta que la única tendencia , que realmente pide que se castigue todos los delincuentes y corruptos, es el nacionalismo, y que la prensa no es más que un engranaje de este sistema para que se perpetúen en el poder los mismo delincuentes de siempre.
Martín Ledesma

lunes, 1 de mayo de 2017

LOS "NI UNA MENOS" DEFIENDEN VIOLADORES

Lección de hipocresía

 Por Martín Ledesma


Los nacionalistas solemos decir que este es un sistema perverso. El mismo consta de la ficción de ser un sistema “plural” y, por lo tanto, donde las opiniones y posiciones de los distintos actores que se manejan en nuestra sacrosanta democracia son totalmente independientes unas de otras. Nosotros, los nacionalistas, siempre señalamos que esto es una pantalla, y que la independencia de estos actores (partidos políticos) no son independientes, sino manejados por el verdadero poder detrás de ellos, a través de dádivas, extorsiones, financiamiento y, cuando no, la amenaza, sobre todo a la lapidación pública en los grandes medios de comunicación. Este es el poder que denominamos "poder financiero internacional"

Dicho esto, se entenderá más fácilmente que dentro de esta verdadera obra de títeres llamada parlamento cada títere tiene un papel, un rol que cumplir, y, como todos sabemos, una obra de títeres tiene un desarrollo y un final ya pautado por el escritor de la obra. Los títeres no se salen de lo que tienen que decir y hacer para llegar al desenlace ya pautado.

En este reparto de papeles a la izquierda o progresistas le corresponde el papel de “defensor de los desvalidos”, o lo que el sistema considera desvalidos o quiere hacer creer que son los desvalidos. Pero como vengo diciendo, esto no es un fin en sí mismo, es la parte del papel que les toca jugar para llegar al final (objetivo) deseado por el titiritero. No es por mero amor a la humanidad que la izquierda siempre enarbola la bandera de la defensa de lo más marginal de la sociedad, esa es su función, cubrir en un halo de heroísmo a los agentes principales de la decadencia del denominado occidente.

Entre este conjunto de marginales “desvalidos” defendidos por los progresistas se encuentra, como la niña mimada de la izquierda, los delincuentes de toda laya, preferentemente los asaltantes y asesinos. Son defendidos con mil argumentos, entre los que se destaca que son “victimas sociales”, que no tuvieron oportunidad a la educación, que son personas que lo hacen para sobrevivir, etc. Todo lo que ya hemos escuchado mil veces de los pretendidos “defensores de los derechos humanos” y los defensores de la tesis de la “lucha de clases”. Y en última instancia la culpa “es de todos”, de “la sociedad”, licuando la responsabilidad de un delincuente en todo el conjunto social como argumento efectivo para dejar impune al mismo.

En realidad, les importa nada la causa de la marginalidad de estos sujetos, es todo una excusa para que estos agentes de desorden sigan libres causando caos social y hacer más manejable la población para los verdaderos dueño del poder detrás de las instituciones políticas formales (lo que más arriba llamamos poder financiero internacional).

Otro ítem que suele usar la izquierda como caballito de batalla es la de la “defensa de la mujer”, y otra vez la utilizan no porque les interese realmente la mujer, sino como otra arma de división social, la del feminismo como excusa de constante conflicto con su supuesto enemigo, el hombre. Toda una maraña de argumentos de supuesta opresión histórica del hombre sobre la mujer para justificar una lucha de sexos absurda y autodestructiva.

El problema llega cuando una mujer es violada y asesinada por un delincuente. ¿A quién va a defender la izquierda? A la “oprimida” en la lucha de sexos o al “oprimido” en la “lucha de clases”. Pues esto se resuelve muy ingeniosamente por los progres. Se organiza una marcha denominada “ni una menos”, donde gente ingenua acude pensando que realmente tiene por objetivo defender a la mujer, y se grita y chilla a los cuatro vientos contra la causa de los asesinatos y las violaciones. El sentido común nos diría que los culpables son los asesinos y los violadores… pues no para los progresistas, la culpa es, según ellos, del “patriarcado”, del “machismo” y también de todos los hombres, quienes en el imaginario feminista vendríamos a ser como una especie de perpetuadores y aplaudidores de la “cultura del machismo” y por lo tanto alentamos y aprobamos el accionar de gente (si así se le puede llamar) que viola y asesina mujeres.
  
Y así se queda bien con Dios y con el diablo. El violador impune mientras se vocifera a los cuatro vientos la aberración de la violación. El asesino suelto, mientras se hacen tan ridículas como ineficaces exhibiciones de senos por parte de feministas en contra del asesinato de mujeres.

¿No me cree que es así? A las pruebas me remito. Veamos cómo votaron los denominados progres, incluyendo sus más reconocidos y más acérrimos defensores del feminismo y adherentes al “ni una menos”, el proyecto de ley para endurecer las penas de los violadores y asesinos entre otros delitos. (Esto los grandes medios lo ocultan sistemáticamente, no quieren “levantar la perdiz” de la hipocresía detrás de toda esa parafernalia del “ni una menos”).

Myriam Bregman, del Partido de los trabajadores socialistas (PTS) votó en contra



Myriam: la reina de la hipocresía


 
Remo Gerardo Carlotto, del Peronismo para la victoria, votó en contra


El hijo de la abu...


Victoria Donda Perez, de Libres del sur, votó en contra


 Vicky: Ex cristinista, actual anticristinista, habil en el arte de panquequear



Máximo Kirchner, De Frente para la victoria, votó en contra

Quedó exhausto después de levantar la mano para votar en contra


Nestor Pitrola, del Partido Obrero, votó en contra



Margarita Stolbizer, de GEN, votó en contra


Ella ya ganó el concurso de doble discurso


Además, hubo referentes importantes que estuvieron ausentes en la sesión como:

Por la UCR:
Ricardo Alfonsín y Alejandro Echegaray

Por el Frente para la Victoria:
Julio Devido, el “Aguanta Dictadura” Juan Cabandié, el ex ministro de economía Axel Kicilloff y el ex montonero Carlos Kunkel.

Hermes Binner por el Partido Socialista

El banquero (o funde bancos impune) “rebelde” Carlos Heller por el partido Solidario Sí.

La denunciadora que vaya a saber uno de donde saca la info (¿Embajada de EEUU?) Elisa Carrió, de la Coalición Cívica.

Lista completa de votación diputado por diputado


sábado, 27 de junio de 2015

PERIODISTAS, EL BRAZO MEDIÁTICO DE LA DELINCUENCIA Y LOS POLÍTICOS QUE LA APAÑAN


ESTE ES EL PERIODISTA ANTIPUEBLO QUE PERSIGUE A LOS VECINOS JUSTICIEROS EN CORDOBA Y DEFIENDE A LOS DELINCUENTES QUE ATACARON Y GOLPEARON A UN CHICO



Hasta en la cara se le nota lo miserable. Se llama GUSTAVO MOLINA.

Para los que no vienen siguiendo el caso: hace algo mas de 10 dias dos delincuentes atacaron a un chico en Cordoba. Lo golpearon con un arma, que se le desarmo en la cabeza a la victima. El arma era una replica. Y se dieron vuelta las cosas: el pueblo, acostumbrado a ser victima, reacciono, y un monton de vecinos que veian lo que pasaba salieron a defender al chico atacado. Un delincuente huyo despavorido. Al otro lo agarraron y sintio el calor del pueblo en su cuerpo. A los 10 dias habia un delincuente menos en la calle, murio internado por los golpes.

Los delincuentes son el brazo armado de la politica, son los privilegiados del sistema y se les da derecho de hacer lo que quieran con los trabajadores. Los politicos logran con eso dominar la calle, y participan de las ganancias, entre otros beneficios. Cuando los delincuentes dominan la calle esta todo bien. Es "lo normal". Pero cuando el pueblo tiene el atrevimiento de defenderse, los politicos se ponen nerviosos, se imaginan que si matan a sus chorros en la calle, los proximos pueden ser ellos en sus despachos. Y sueltan a sus mercenarios periodistas para tratar de manipular la opinion publica a favor de los agresores, de los delincuentes. Ahi entra en accion la basura antipueblo como GUSTAVO MOLINA.

En la proclama pro-delincuencia que este tipo escribe en Clarin, hace un esfuerzo desesperado por mostrar al delincuente y a su familia como victimas. Se preocupa en resaltar que el arma con la que golpeo brutalmente a su victima era "de juguete". Le llama "asesinos" a los justicieros que lo salvaron. Describe la casa del delincuente como "modesta" y chica, como si eso justificara salir a golpear o matar trabajadores (de los que no se preocupa en averiguar el tamaño de sus casas). Adorna su articulo funesto con una foto del delincuente con una bebe en brazos, para mostrar "que era bueno", capaz. Hasta escarba en datos irrelevantes y relata que la madre biologica del delincuente fue "victima de un femicidio", aprovechando que es un tema de moda, para intentar crear empatia a favor del chorro muerto.

GUSTAVO MOLINA no disimula, su intencion es claramente defender al delincuente y justificar la potencial persecucion de los vecinos protagonistas del acto de autodefensa. GUSTAVO MOLINA es tan delincuente como JOSE LUIS DIAZ, el delincuente ajusticiado, y como ISABEL DIAZ y HECTOR DIAZ, padre y tia del delincuente a los que les deja decir lo que quieran en una nota aberrante que, hay que hacerlo notar, no le dedica ni una sola palabra a la victima del robo.

GUSTAVO MOLINA en su nota, ironicamente, le llama COBARDE a un pueblo que hasta no hace mucho realmente lo era. Pero que esta dejando de serlo y cada vez mas se esta animando enfrentar a la delincuencia en la calle, sabiendo que las instituciones que deberian protegerlo estan copadas por un estamento politico que es complice de esa misma delincuencia.

GUSTAVO MOLINA es un periodista, es un mercenario que le hace el trabajo sucio a los politicos intentando manipular a la gente para que deje de defenderse y se mantenga sumisa y tranquila mientras delincuentes y politicos hacen con ellos los que quieren.

GUSTAVO MOLINA Se burla de las victimas de miles de agresiones de delincuentes que eligieron no denfenderse. Victimas que terminaron muertas, heridas o arruinadas, y jamas obtuvieron la ayuda de nadie, ni nadie les hizo una nota describiendo como era su casa.

GUSTAVO MOLINA quiere que cuando un delincuente ataque a una persona, los demas nos quedemos mirando como la mata y pidamos ayuda a "las instituciones". GUSTAVO MOLINA es periodista y sabe como funcionan esas instituciones. Sabe que las instituciones estan copadas por los politicos que manejan la delincuencia. Sabe que la policia esta amenazada y limitada por los politicos e infiltrada por los delincuentes. Sabe que si acudimos a las instituciones al delincuente no le va a pasar nada, y los fiscales hasta le van a dar nuestros datos al delincuente para que si quiere pueda vengarse. GUSTAVO MOLINA sabe que las instituciones funcionan a favor del delincuente y eso le gusta.

En sinstesis, GUSTAVO MOLINA ES UN HIJO DE PUTA.

(EL ARTICULO DE MOLINA: http://www.clarin.com/…/linchamiento-cordoba-ladron-cobarde… )

Si queremos recuperar la calle para los trabajadores hay que empezar a visibilizar a gente como GUSTAVO MOLINA. Muchas veces se escracha al juez, al politico, al delincuente, pero son estos periodistas los que mantienen manipulada y engañada a la opinion publica para que se defienda lo menos posible y para naturalizar la delincuencia como algo aceptable. Empecemos a señalarlos y a sacarlos del anonimato comodo de sus oficinas asesinas. Que sientan nuestro mas profundo desprecio y el repudio de todo un pueblo, asi como lo sienten los delincuentes cuando nos defendemos en la calle.

Le pese lo que le pese a GUSTAVO MOLINA, a los politicos y a sus complices, el pueblo trabajador sigue recuperando su dignidad y cada vez hay mas casos exitosos de autodefensa popular. A un pueblo que se despierta no lo van a poder parar. Y menos un tarado como este.

Nota del sitio de internet:  https://www.facebook.com/es.justicia.popular/posts/861948743892238

lunes, 18 de mayo de 2015

PARTIDOS POLÍTICOS Y DELINCUENCIA S.A.

¿POR QUÉ AUMENTA EL DELITO ANTES DE LAS ELECCIONES?

Nota tomada de: https://www.facebook.com/es.justicia.popular/posts/842157972537982





La delincuencia y la política están asociadas íntimamente. Todo delincuente tiene contacto con un sector político. Todo sector político tiene contacto con un delincuente.

El estamento político y el estamento delincuencial funcionan como una unidad, y es lógico que así sea. Ambos grupos tienen como único objetivo de su existencia explotar, saquear, violentar a los trabajadores. El estamento político en su totalidad, oposición y oficialismo, durante toda su existencia se dedico a promover y crear al actual estamento delincuencial.

Apoyándose en la infinidad de medios de influencia cultural con la que cuentan, con la complicidad del periodismo, y a través de cientos de organizaciones de derechos humanos, le dieron al estamento delincuencial un marco cultural, ideológico y social propio, al punto de que hoy en día los delincuentes son casi una sociedad aparte, con su propia jerarquía de valores, sus propios productos culturales e incluso territorios a los que consideran propios.

El delincuente que crearon los políticos no es un tipo que tiene hambre y sale a robar, obligado por las circunstancias, pero sabiendo que esta mal. Es un tipo que roba porque ve al delito como la actividad más "virtuosa" dentro de su escala de valores, y el que no roba es "un gil". Vive para eso, es eso y se siente orgulloso de serlo. Al trabajador lo ve como un ser inferior, descartable. Al mismo tiempo los delincuentes se saben despreciados por la comunidad trabajadora a la que agreden, y eso le suma al cóctel una buena dosis de resentimiento contra sus victimas. Todo esto hace que el delincuente sienta legitimo explotar al trabajador y tomar de el lo que quiera, no solo sus bienes, sino también su vida, su salud, su dignidad. Puede someter al trabajador a todos los vejámenes y tormentos que quiera, porque el que se gana la vida aportando algo a la sociedad es "un gil", “un cagón”, es la antitesis del héroe de los delincuentes: el chorro que robando se hace un lugar en la política, el puntero, el capanga.

Es mentira que la delincuencia sea producto de la pobreza. De hecho, el pobre es la victima mas desprotegida ante el delincuente. El tipo de persona atraída hacia la escala de valores propuesta por el estamento delincuencial no es "el pobre" ni "el rico", es simplemente la peor basura de nuestra sociedad, los rezagos morales que no tienen reparos en explotar al trabajador y convertirse en parásitos nocivos durante el resto de sus vidas. Si bien la villa fue creada por los políticos para darle territorialidad y seguridad al delincuente, no es cierto que el delito se concentre exclusivamente ahí. Hay delincuentes en la villa, en el barrio y en el country, todos actuando en conjunto y en contacto permanente con la política.

¿Por que el estamento político crearía semejante monstruo? Es que los valores con los que se manejan los políticos no son muy diferentes de los del estamento delincuencial. El político esta organizado principalmente en partidos políticos. Esos partidos son financiados y sostenidos por distintas mafias, locales y extranjeras, por embajadas con malas intenciones, por sectas financieras que nadie conoce, por sectores con intereses creados que son quienes ejercen el verdadero poder. La función del partido político es ganar las elecciones para defender los intereses de los sectores que les financiaron la campaña, protegidos por la legitimidad de haber sido votados por una mayoría dócil e ignorante. TODO EL QUE TENGA UN PUESTO MEDIANAMENTE IMPORTANTE DENTRO DE UN PARTIDO POLÍTICO SABE QUE ESTO ES ASÍ. Desde la izquierda hasta la derecha, todos funcionan igual. El único objetivo del político en democracia es ganar las elecciones en nombre de otros para proteger sus intereses y ejecutar sus proyectos. Son explotadores tercerizados

¿Que tipo de persona aceptaría ejercer la política en tales términos? Otra vez: la peor basura de nuestra sociedad, los rezagos morales que no tienen reparos en explotar al trabajador y convertirse en parásitos nocivos durante el resto de sus vidas. Quien se convierte en parte del estamento político es el mismo tipo de persona que en otras circunstancias se convierte en delincuente común. Por eso el político es corrupto. No es cierto eso de que "el poder corrompe", como repiten todos justificando sin quererlo la rapiña política. La verdad es que el estamento político atrae a personas que ya llevaban la corrupción en el alma desde antes, y encontraron en la política una forma de saciar su maldad. La peor basura, los rezagos morales de nuestra sociedad.

Delincuentes y políticos son hermanos de alma. El estamento delincuencial está compuesto por la basura que simplemente no tiene la habilidad, la experiencia o los contactos para convertirse en políticos. ¿Cómo benefició a la política la creación de un estamento delincuencial? Veamos SOLO ALGUNOS de esos beneficios:

- El delincuente convirtió a todas las ciudades y cada vez a más pueblos chicos del país en campos de concentración para trabajadores. La calle ya no le pertenece al vecino sino al delincuente. El trabajador vive encarcelado en su casa, incluso se paga las rejas y las alarmas detrás de las que se encierra. Desconfía de los demás por miedo a que sean delincuentes, se destruye la capacidad de organización vecinal. Vive calculando a que hora salir y llegar, que cosas llevar y cuales ocultar, por donde transitar y por donde no, todo en su propia ciudad. Los políticos lograron la parálisis social: un pueblo con miedo permanente, en constante tensión y sin posibilidad de reacción. Quien no reacciona es más fácil de dominar. Una comunidad disociada, donde todos desconfían de todos, donde la calle es un lugar hostil en vez de servir para unir, y donde cada familia vive encarcelada en su propia casa, no puede organizarse para resistir al estamento político.

- El delincuente hizo justificable la intromisión cada vez mas intensa de los políticos en la intimidad de los trabajadores. El miedo generado por la delincuencia genera que sean los propios trabajadores los que pidan, patéticamente, que se les apliquen esas medidas: cámaras en todas partes controlando cada paso que damos (que se usan para vigilarlo al trabajador, no al delincuente), renuncia al dinero en efectivo y tendencia al dinero electrónico, tarjetas, SUBE, etc. (que sirven para controlar en detalle hasta el gasto mas intimo del trabajador y además facilita la explotación impositiva), promoción del desarme de la población con la excusa de que el delincuente armado mata gente (que en realidad tiene como objetivo desarmar solo al trabajador para dejarlo mas indefenso ante la delincuencia y además eliminar la posibilidad de una sublevación popular efectiva), y muchas otras medidas de intromisión que cada vez se vuelven mas agresivas y nunca son efectivas contra la delincuencia. Los políticos lograron a través del miedo lograr que el pueblo vaya renunciando voluntariamente a su dignidad y a su intimidad.

- La delincuencia es el brazo armado de la política. Todo grupo de delincuentes responde en menor o mayor medida a un sector político determinado. Desde el trapito extorsionador hasta las bandas de secuestradores, desde el punga del subte hasta las bandas narcos. La "elite" de la delincuencia (sin contar a las milicias armadas, que todavía no salieron a la luz) la forman los barrabravas, donde la presencia de punteros y su relación con los sectores de la política es además mas pública y visible. Tener a su servicio a estos grupos armados y violentos le sirve a los sectores políticos para mantener el control en el barrio. Le sirve para amedrentar a adversarios y enemigos y en última instancia, para cometer asesinatos impunemente. Le sirve como grupos de choque que pueden usar tanto contra otros sectores políticos como contra el propio pueblo, si necesitan reprimir y no pueden usar a la policía, que no siempre esta totalmente infiltrada por la delincuencia, no siempre es leal a cualquier político, y además esta más limitada por ser una institución oficial.

- La delincuencia es fuente de "militancia" política. Los punteros políticos pueden, a través de los delincuentes que controlan, movilizar masas considerables a los actos políticos. Sirven como demostración de poder ante los adversarios políticos y para hacerle creer al pueblo que tienen apoyo popular. Además sirven como seguridad en las marchas y actos, encargándose de agredir a opositores o a simples trabajadores que osen expresarse en su contra y manteniendo la disciplina por la fuerza en sus propias filas. Sirven para provocar destrucción en manifestaciones opositoras para hacerlos quedar mal, o para evitar que los opositores hagan eso en las propias. Sirven para sostener carteles, hacer pintadas o aplaudir gobernantes, cuando el pueblo no esta dispuesto a hacerlo por asco o indiferencia. El delincuente-militante exitoso tiene la oportunidad de convertirse en puntero, en jefe de alguna agrupación, en concejal, intendente o presidente.

- La delincuencia es una de las principales fuentes de financiación entre los políticos. Desde los pungas y trapitos hasta las bandas narcos y secuestradores, todos aportan su parte al político que les libera la zona, o al partido que necesita financiar su campaña. En época de sufragio aumentan los secuestros, se necesitan sumas grandes para pagar el engaño electoral. El narcotráfico es uno de los principales negocios de la política y algunos sectores políticos incluso pactan con los grandes carteles internacionales para traerlos como socios al país. Los delincuentes regentean prostíbulos y manejan las redes de secuestro y violación y trata de personas que generan ingresos inmensos para el estamento político. Los intendentes o concejales suelen hacer grandes sumas a través de la toma de casas en los municipios o departamentos que gobiernan. Pueden vender ilegítimamente esas casas, instalar prostíbulos o sedes políticas, o usarlas como aguantaderos y beneficiarse de las ganancias que obtienen los delincuentes alojados ahí adentro. La creación de una nueva villa llena de emoción a un político: es como un aguantadero multiplicado por mil. El puntero que trae extranjeros para tomar un terreno determina a que sector político va a responder la villa, una zona liberada y protegida que genera ingresos multimillonarios. Durante la toma del Parque Indoamericano, cuando los vecinos se opusieron, los políticos marcharon abiertamente a favor de la creación de la villa, el periodismo defendió a los delincuentes incondicionalmente, y hasta se dejó que el puntero organizador hablara por televisión desde un púlpito en la Casa Rosada.

Después de leer esto esperamos que relean la pregunta que encabeza este texto y puedan responderla solos. ¿Por que aumenta el delito antes de las elecciones?

Y también tenemos la esperanza de que todo trabajador entienda de una vez que la solución a la delincuencia no va a salir de los políticos. Quien crea, maneja y se beneficia de la delincuencia no va a luchar contra la delincuencia... a menos que sienta miedo de que el pueblo se le venga encima.

No hay que reunirse a hablar de "inseguridad" con los políticos. Hacen esas reuniones para simular que hacen algo, para calmar a los trabajadores cuando se caldean los ánimos, cuando hay elecciones y los vecinos se preguntan por que aumentaron los robos en el barrio... cuando te reunís con un político a hablar de inseguridad ese político se esta burlando de vos, te esta usando, estas haciendo el papel de pelotudo. Si alguna vez participaste de una de esas reuniones sabrás de lo que hablo. Prometen todo, dicen a todo que si, y en el mejor caso despliegan patrulleros durante unas semanas para simular que cumplieron. Y después liberan la zona de nuevo, porque para ellos vos no sos nada, y sus hermanos son los delincuentes. Total aunque te roben, vos seguís pagando impuestos igual.

Apelar a los políticos para solucionar el problema de la delincuencia es darle legitimidad al poder de esos políticos, es darles vía libre para que sigan sometiéndote a través de la delincuencia. El único que puede recuperar la calle en tu barrio sos vos, y los que son como vos. NO VOTES. LUCHA.

Y cuando nos hablen de delincuencia, dejemos de creer mentiras.
Desde el primer día que creamos esta pagina uno de los objetivos que nos planteamos fue intentar visibilizar la relación simbiótica, colaboracionista, mutuamente beneficiosa, que existe entre los POLITICOS y los DELINCUENTES comunes.

domingo, 28 de septiembre de 2014

CONTRA LA REFORMA DEL CÓDIGO PENAL III

Esta vez fue en la localidad de Quilmes Oeste





domingo, 21 de septiembre de 2014

CONTRA LA REFORMA DEL CÓDIGO PENAL II

Esta vez fue el turno de la ciudad de La Plata



domingo, 14 de septiembre de 2014

CONTRA LA REFORMA DEL CÓDIGO PENAL

Colocamos 2 pasacalles en la ciudad de Avellaneda repudiando el creciente abolicionismo y anarquía que el poder intenta implantar en la sociedad para beneficio de delincuentes, comunes y los que se encumbran en el poder.







domingo, 16 de marzo de 2014

Militancia en Lanús

Este sabádo estuvimos repartiendo y pegando los panfletos de "la inseguridad es el sistema" y "la partidocracia te necesita zurdito" en la estación de Lanús y alrededores. Algunas fotos de la pegatina:








lunes, 11 de marzo de 2013

LA IRA DEL PUEBLO III

Pueblada en Junín


Pueblada en Junín de Buenos Aires por el crimen de una jovenHabitantes del partido bonaerense de Junín destruyeron una comisaría e incendiaron patrulleros, entre otros destrozos, tras el crimen de una adolescente de 17 años cometido a una cuadra de la seccional, mientras el gobierno sciolista admitió que "la seguridad es responsabilidad del Poder Ejecutivo provincial".

El intendente de Junín, el cobista Mario Meoni, reconoció que "no encuentra" la forma de ayudar a "resolver" lo que definió como "crisis" de seguridad y recordó que, "hace 90 días", alertó al gobierno bonaerense del peligro que afrontaba la población local, mientras reconoció que recibió "patrulleros" pero sostuvo que "no" eran suficientes. Por su parte, pobladores del distrito denunciaron que "Junín es tierra de nadie" y reclamaron mayor seguridad y justicia por el homicidio de la adolescente -identificada como Karen Campos-, cometido a las 21.45 de ayer en esa cuidad del noroeste de la provincia, a unos 260 kilómetros de Capital Federal.

La víctima fue asesinada de un balazo en el tórax disparado por un delincuente que irrumpió en el maxikiosco "Carlitos", que atendía Campos junto a una compañera en la intersección de las calles Siria y Borges, del barrio Villa Belgrano, a una cuadra de la comisaría segunda.

"Junín es tierra de nadie. Pedíamos explicaciones (sobre el homicidio de Campos), vino el comisario y los policías nos respondieron con balas de goma", denunció Sonia, madre de la adolescente que acompañaba a la víctima cuando fue asesinada.

Al relatar el crimen, la mujer manifestó que las adolescentes "ya habían dado toda la plata que tenían" y el asaltante "le sacudió" con el arma de fuego "a quemarropa" a Campos, quien era madre de una niña.

En tanto, policías investigaban si el dueño del local intentó sorprender al delincuente y ese presunto accionar derivó en el disparo y si el asesinó actuó con un cómplice que lo aguardaba en una motocicleta, mientras la Municipalidad local por su lado ofreció una recompensa de 50.000 pesos para quien aporte datos que permitan esclarecer el homicidio.

Poco después del crimen, pobladores del barrio Villa Belgrano destruyeron la comisaría segunda, incendiaron patrulleros y destrozaron una delegación municipal en medio de los desmanes, que terminaron a las 3.30 de esta madrugada. Por su parte, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, admitió hoy en conferencia de prensa en La Plata que "la seguridad" en Junín "es responsabilidad del Poder Ejecutivo provincial".

"En este caso, de quien encabeza el Ministerio de Seguridad, quien es el que está hablando en este momento", completó el funcionario y pidió "tranquilidad a la población" de Junín, mientras prometió "seguir trabajando" contra la delincuencia.

Meoni, a su turno, recordó: "(Desde la intendencia local) venimos, hace 90 días o más, advirtiendo que estamos en una situación de crisis y tuvimos una reunión con el ministro de Seguridad (bonaerense), quien nos proveyó de patrulleros".

El jefe comunal, además, dijo a radio Mitre que, "hace 40 días", pidió "refuerzos de la Policía Federal y Gendarmería Nacional a la ministra (de Seguridad de la Nación, Nilda) Garré" pero añadió que los envíos provinciales y de la administración central "no alcanzan" para enfrentar a la delincuencia.

Por último, encuadró a lo que definió como "crisis" de inseguridad en "la situación social que se vive en todo el país; no sólo en Junín". 


http://www.losandes.com.ar/notas/2013/3/10/pueblada-junin-buenos-aires-crimen-joven-701349.asp

lunes, 4 de marzo de 2013

BARRABRAVAS, DROGA Y MAFIAS: LA SOCIEDAD DE LA PARTIDOCRACIA

Esto nos llegó por mail, y como para muestra sobra un botón...


Carta al hijo del Pantera después de la muerte del Quemadito



Para entender qué pasa en Rosario, en donde la tasa de homicidios por narcotráfico triplica a la media del país, es necesario ponerle vidas a los hechos. La historia de los Quemados, el Pantera y su hijo, marcada por la muerte y la violencia, impacta porque muestra la cadena de complicidades del narcotráfico y, también, porque se están matando entre vecinos.

Hace justo cuatro años mataron a tu viejo, Juan Domingo Cano, y te persiguieron después de cargárselo de cuatro tiros en la espalda. Te amenazaron a vos, a tu mujer, a tu madre, a tus hijos, y lo denunciaste y nunca nadie, ni la policía, ni la justicia, te quisieron ayudar. Los testigos del crimen de tu padre desaparecieron --o porque alguien los borró del mapa, o porque huyeron después de una advertencia. Todos miraron para otro lado y te quedó claro que en Rosario la mafia manda. Por eso el día en que mataron a Maximiliano Rodríguez, el Quemadito, ese que los testigos dijeron le disparó a tu viejo, pensaste; qué satisfacción. No te dijiste a vos mismo qué felicidad, porque al Quemadito lo conocías de pibe y era un ser humano, una vida, pero sí dijiste qué satisfacción, qué tranquilidad.

A tu padre le decían el Pantera, de joven fue boxeador, y laburó hasta que lo despidieron por reclamar sueldos impagos en Newell’s; o al menos eso te dijo él. Era vigilador en el predio de Bella Vista y a veces hacía de culata del presidente Eduardo López; lo acompañaba a la cancha cuando estaba todo mal con la barra, o a tribunales, cuando tenía algún embrollo judicial. Creciste, como tus seis hermanos, al lado de un hombre grande, de pelo largo, de manos importantes, ancho, sin miedo, que te metía por el vestuario a ver los partidos de tu equipo. Ahora, con el cuerpo del enemigo frío, con el Quemadito muerto; con el Quemado, Sergio Rodríguez, su padre, preso por la masacre de hace un año; te sentás al fin a hablar, a contar este tiempo pasado, a ver si comprendemos qué pasa en Rosario. Con tu historia y la del Quemadito capaz que se entienda algo de esa violencia, de ese joven muerto cada 30 horas al que parecen acostumbrarse los socialistas, el gobernador, los sucesivos ministros y los jefes policiales enriquecidos.

Te llamás Juan Andrés Cano, y sos el hijo de Juan Domingo “Pantera” Cano. Cumpliste los 34 y tenés muy claro cómo se fue pudriendo en tu barrio, el populoso Alvear al que algunos le temen. De chico no se veía tanto transa, no había esta profusión de kioscos de merca y de faso. Sabés que el crimen que hizo estallar todo no fue el de tu viejo, que no tuvo gran repercusión y quedó impune, sino que fue la masacre del año nuevo del 2012, cuando el Quemado y otros cuatro llegaron a cobrarse los tiros que otra banda le había dado al Quemadito. El Quemadito había baleado a Facundo Osuna, un pibe de 17, hacía tres días. Esa noche los vecinos que siempre te alertaban cuando aparecía el Quemadito vinieron a avisarte que rondaba en el BMW del padre con la metra FMK3 a la vista de todos; porongueaba con ganas. Algunos hasta te dijeron que tiró al pedo en una zanja para puro mostrar que mandaba en el barrio.

"Con tu historia y la del Quemadito capaz que se entienda algo de esa violencia, de ese joven muerto cada 30 horas al que parecen acostumbrarse los socialistas, el gobernador, los sucesivos ministros y los jefes policiales enriquecidos."


Por las dudas, vos que estabas cenando con tu familia en la vereda, a la vuelta de tu casa, te metiste con todos adentro. El Quemadito no le había dado importancia a los amigos de Osuna. A la una y media de la mañana le vaciaron un cargador desde una moto mientras manejaba el BM. Para entonces esos vecinos que hasta el 2003 vivían de changas en una casa más humilde que la de ustedes, ya habían acumulado otro BM negro, un Peugeot 307 gris, un Fiat 147 color crema, un Ford Focus gris, un Peugeot 206 bordó, un Megane cupé gris, otro de cuatro puertas color champagne y un Escarabajo rojo. Además de la Kangoo blanca que usaban cuando se movían en banda hacia alguna venganza.

Ese 1 de enero vos ya dormías cuando el Quemado salió en la Kangoo en busca de los que habían querido matarle al hijo. Era la madrugada. Los tres pibes que cayeron por la ametralladora del Quemado no eran transas, ni soldados, ni tenían nada que ver con esa guerra: eran militantes del Frente Darío Santillán. Supiste eso al día siguiente y el miedo te volvió. Reviviste la muerte de tu padre. Fueron días raros: por un lado la tristeza por los pibes, y esa sensación de alivio cuando casi se la dan al Quemadito. Estuvo internado varios días. Le dieron tres tiros, el cuarto le rozó la nuca, le destruyeron el auto, estuvo en terapia, grave, pero ninguno lo terminó de liquidar. No lo mataron, pensaste, pero por lo menos queda preso. Y quedó: lo acusaron del intento de homicidio de Osuna. Y luego, después de pasar varios meses prófugo, cayó el padre, por la masacre. Pasaste el último año un poco más tranquilo.

Tu viejo, vos estás convencido, era un buen tipo, pero lo empezaron a ensuciar en ese año maldito: no sabés quién, pero en el 2008 alguien largó que el Pantera estaba creído y arañaba la idea de volverse jefe de la barra. Había estado desde el 95 al 2003 trabajando en el predio donde entrena el equipo, y a pesar del despido siguió entrando gratis a la cancha y arreando gente. Hasta cuarenta vecinos solía llevar un domingo de partido local: vos decís que eran pibitos, señoras, gente grande, que no eran barras. Y la verdad que los que conocen la interna de la hinchada no creen que haya tenido capacidad para pretender semejante cosa, sobre todo teniendo en cuenta que el que mandaba era el Pimpi Camino, al que terminaron bajando de un tiro en la puerta hace dos años. El Pimpi, lo saben en Rosario los que se equivocaron con él, apenas notaba que le podías mirar con cariño el trono, te mandaba a poner y no entrabas más en la cancha. Igual, vos mismo sabés que tu viejo peleó desde pibe, y no solo por boxeador: a los 18 le dieron un balazo en la cintura y tuvo que dejar el ring. Después se dedicó a entrenar a otros, y siguió dándole a la soga, por estar en forma, hasta grande. Murió de 49.

Cuando en 2008 corrió aquel rumor ni tu viejo ni vos se imaginaron que le costaría tan caro. La insidia tiene un poder que persiste en el tiempo. Como sea, fue duro para el, y para vos, que entre quince le dieran una paliza y le dijeran: “no te queremos ver nunca más acá, mucho menos atrás del arco”. Ese día te quedó claro que el Quemado y el Quemadito, por más vecinos y conocidos, por más que si se encontraban en la verdulería conversaban con el Pantera, serían para siempre tus enemigos. Unos días después, medio recuperado de los golpes, tu viejo fue hasta la casa del Quemado y lo molió a palos. El Quemado quedó resentido, y con miedo. Nada peor que un transa en ascenso con miedo. Si se encontraban en la panadería, el Quemado salía corriendo. Y le mandaba a la policía. Los de la 18 le decían, a ver Pantera, ¿estás armado? Y a vos te daba risa que tu viejo les contestara: ‘Eh, cada vez que vaya a hacer un mandado me vas a parar’. Vos sabías que el Quemado tenía todo el apoyo de la policía de Rosario, y que ya tenía su bandita.

Por eso no te sorprendió que pasaran unos meses y tu viejo se viera de cerca con la muerte. Estaba sentado en un tapial del barrio, en el cumpleaños de un amigo, tocando la guitarra. Siempre te encantó que fuera músico además de boxeador. Rasgueaba la viola haciendo chacareras, zambas, escondidos. Tu viejo te contó después que vio al Quemado pasar despacio en el Renault 9 bordó. Y entre medio de los invitados apareció un pibe que sacó un arma y le dio seis tiros, cinco en las piernas y uno en el costado derecho de la cintura. El guacho no tenía más de 18, pero sabía hacer su trabajo. Esto te lo manda el Quemado, le dijo. Entonces, por primera vez, supiste que tu viejo también podía arrugar. El Quemado había crecido. Ya se movía en autos nuevos. El Quemadito ya no se juntaba con los pibes del barrio. Era habitué de Yamper, el boliche de cumbia donde van los que la mueven. Para colmo, tu viejo quedó rengo.

"Ese día te quedó claro que el Quemado y el Quemadito, por más vecinos y conocidos, por más que si se encontraban en la verdulería conversaban con el Pantera, serían para siempre tus enemigos."




Hay gente que por un solo tiro que le pasa cerca se muda de casa. Hay tipos que por un afano, alquilan en otro barrio. Es raro que tu viejo a pesar de que los siguieron amenazando tuviera miedo pero no se moviera. Tampoco quiso denunciar. Sabía que la 18 laburaba con los Quemados. Vos mismo no pasaste más por la taquería; ni por la puerta, ni por la esquina. Llamaban a su casa y le decían a tu vieja que le iban a matar a la hija, a tu hermana. No te sorprendió que cuando averiguaron por el llamado viniera de un almacén que es del padrino del Quemadito. Meses después vos estabas en tu casa, casi a la medianoche. Era el día de los enamorados. Como ayer. Quizás era lo que festejaban en la casa de esos amigos que lo llamaron varias veces para que fuera con la guitarra, hasta que lo convencieron. Él remontó en bicicleta por la calle Biedma. Nadie te saca de la cabeza que fue mala suerte que se cruzara, entre Richieri y Suipacha, con un colectivo lleno de hinchas que venían de la Bombonera, donde Newell’s le había ganado a Boca 2 a 0 el día que Palermo volvió de la rotura de ligamentos. Detrás del bondi estaba el 206, con el Quemado en el volante, el Quemadito afuera, apoyado del lado del acompañante. Atrás, dos o tres que nadie identificó.

Vos estabas en tu casa cuando llegó un vecino con la noticia. Corriste con algunos de tus hermanos hasta el lugar y lo encontraste tirado. El colectivo y el auto ya no estaban. Nadie se había atrevido a llevarlo a un hospital. Nunca te vas a olvidar de tu viejo moribundo bajo la luz nocturna de ese verano, ni de la cara de ese rubiecito que estaba en cueros y te dijo que lo había visto todo, que él conocía a los que disparaban, que eran de la calle Dr Riva, la calle de los Quemados. Tampoco de la única vecina que se atrevió a hablarte y vio todo desde su ventana. Ella escuchó cuando el Quemadito le dijo al padre: ahí está el Pantera. En la mano, vio la vecina, el Quemadito tenía un fierro de caño largo, que no le funcionó. Entonces, supiste por la mujer, el Quemado le alcanzó una 9 mm a su hijo, y lo alentó: tomá, tomá, como quien pasa un trago. Vos estás seguro que tu viejo no vio ni escuchó cuando los verdugos lo mataron. Iba hacia una fiesta; seguro pensaba en canciones, en melodías.
Esa noche tenías todos los sentidos en alerta, aunque la muerte suele dejarlo a uno como en un limbo. Y todavía pareciera que escuchás al policía que le preguntó al rubiecito, ¿vos viste todo? Porque enseguida lo subieron al patrullero del comando y se lo llevaron a la comisaría, supuestamente a declarar. Lástima que el pibe no volvió a aparecer por el barrio, se esfumó. Lo viste irse en el patrullero con la remera de Central, orgulloso der ser un canalla testigo del crimen de un leproso. Por eso estaba dispuesto a contarlo todo. Se debe haber arrepentido. A la testigo le pasó lo mismo. Vos estás convencido de que declaró una vez en tribunales y contó todo. Pero cuando la volvieron a llamar, ya no fue. Fue la madre a decir que la habían amenazado y que ella se había mudado a Mar del Plata. Y a pedir que no la buscaran, que tenía miedo, prefería callarse. Te quedaste sin testigos.

En algún momento el miedo se te hizo hábito. No sé si fue cuando decís que el Quemado pasó en la moto, por Crespo y 24 de septiembre, la puerta de la herrería donde trabajabas y te dijo: si me seguís batiendo la cana te voy a matar como lo maté a tu papá. O fue cuando renunciaste al laburo para encerrarte en tu casa. Tenías razón: cuatro días después tus compañeros te contaron que el Quemadito con el Teletubi –que ahora está preso por la masacre—fueron hasta la herrería y preguntaron: ¿Cano a qué hora entra? Para luego dejarte el mensaje: decile que cuando lo enganchemos lo vamos a matar. No sé si fue al final, cuando estabas esa madrugada con tu esposa y escuchaste música desde afuera, miraste por la ventana y eran ellos, los Quemados. Entonces te escondiste en el techo y esperaste que se fueran, pero alcanzaste a escuchar la discusión. El Quemadito estaba al volante, con una gorrita y una remera celeste. El Quemado tenía la puerta abierta, estaba recostado con un pie afuera del lado del acompañante. Vos le reconociste la voz finita al Quemado que le decía al hijo: Vamos a mandarnos adentro. Y al hijo, por suerte, decir: "No, si ya va a salir". Hasta que se cansaron y se fueron.

La muerte de tu viejo fue un punto de cambio en el crecimiento de los Quemados. Si es como te cantaron los testigos, lo hicieron ante toda la barra leprosa. Lo supiste cuando luego te dijeron los vecinos cómo se andaban peleando la autoría del crimen: en una esquina, el Quemadito se jactaba: yo lo bajé al Pantera. En la otra, el padre lo desmentía: fui yo. La espectacularidad de la muerte narco es lo que le da sentido a la escalada violenta. Cuando un capito miserable quiere darse corte en un barrio y demostrar que la tiene más larga que el resto porque le paga a la policía suele matar con ruido. La muerte de tu padre sigue esas reglas: fue el azar el que hizo que se topara con sus asesinos ante un público tan pertinente como el de la hinchada. La escena no fue azarosa: el tiro por la espalda, la demostración de impunidad, la armas listas, el fútbol en el medio. Después de esa muerte los Quemados tuvieron un año de prosperidad. Supiste, como todos en el barrio, que tenían entre seis y ocho kioscos. Y lo saben los que no son corruptos en la infectada policía santafecina: ese era el mercado que los Cantero, la banda más poderosa del tráfico local, y los propios comisarios narcos, le dejaban manejar con soltura a los Quemados.

"Cuando un capito miserable quiere darse corte en un barrio y demostrar que la tiene más larga que el resto porque le paga a la policía suele matar con ruido."
Lo que quizás no sepas es que todo está tarifado. Al menos así lo dicen en la propia santafesina; así lo confiesa uno de los que no se prende, sentado en su despacho: “A veces después de toda la investigación llegás a hacer el allanamiento y a lo mejor hacés papa, como decimos nosotros. Llegás y no encontrás nada, o muy poca droga, algún menor de edad. Eso es porque alguien levanta un teléfono y avisa”. Lo dice con un mapa de Rosario a sus espaldas, un mapa en el que hay marcas que no sirven para nada. Quizás vos no lo sepas pero en Rosario, dice este policía tan poco común, “el llamado puede salir del propio Tribunal Federal o de la Brigada de Inteligencia que hace la investigación”. Y si le preguntás en confianza al policía que no está en el juego, hasta te dice la tarifa: “Levantar un teléfono cuesta 30 mil pesos. Si el aviso se hace dos días antes puede valer hasta 50 mil. Cada kiosco paga entre 15 y 20 lucas por mes a la comisaría del barrio”. En la causa judicial paralela a la del triple crimen que investigó la complicidad de la cana queda claro que el Quemado estaba protegido por la comisaría 15 y la Zona de Inspección 3, que es la que tiene a cargo todas las taquerías de la zona sur. Nada te sorprende, ¿verdad?

Fin de año no suele ser tranquilo para vos. Casi a fines de diciembre el Quemadito salió en libertad y te lo llegaron a contar: andaba dando vueltas por el barrio, volvía a hacerse el poronga. Quiso apretar a la familia de los pibes de su banda que mandaron al frente al Quemado por la masacre. Como si alguien lo hiciera por vos, el padre de uno le dio una paliza. Lo que no sabías es que el Quemadito estaba en la mira de demasiados. Y que en la justicia ya sabían que desde la cárcel intentaba rearmar el negocio de su padre. Se preparaba para reconstruir la banda que habían logrado tener: en las escuchas telefónicas que tienen los fiscales aparece queriendo instalar una cocina de cocaína para tener su propia mercancía. Era lógico: había perdido la impunidad que tenía en la época en que murió tu padre. Eso sí, dinero no le faltaba. Vivía en un departamento de siete mil pesos mensuales en la Avenida Pellegrini. Se movía en un Astra cero kilómetro.

Con el Quemadito en la calle dejaste de dormir bien. El alivio casi te llega cuando el 28 de enero dos pibes pasaron caminando por la puerta de la casa de su novia, Sofía Laffatigue, y le dispararon. Con un solo tiro en la pierna lo dejaron en muletas. Esas son las que llevaba el 5 de febrero. Eran las seis y media de la tarde. Había entrado a buscar plata en un cajero del centro, en Corrientes y Pellegrini. Estaba desarmado. Seguía el destino del hijo del transa; un camino cerrado, hecho del mandato del no te rendirás. Ni sabiendo que lo buscaban unos y otros, ni consciente de que los Cantero ya no le darían juego, y que en la policía la protección se había perdido, se pudo cuidar. El asesinato del que te enteraste por tu hermano luego fue un ejemplo de crimen organizado hasta para el juez de la causa. Limpito. Sin que los sicarios corrieran riesgos. El Quemadito apenas alcanzó a ver el brillo del arma a centímetros de la cabeza. En la vereda quedó su gorra, intacta solo en la visera, manchada de muerte, estallada, contra el piso. Cuando tu hermano te lo dijo prendiste la tele, y viste en Canal 5 la noticia. Ya se habían llevado el cuerpo en una ambulancia. Ya habían calmado a la novia que gritaba. Ya se habían dispersado los curiosos. Y a vos, hijo del Pantera, ya te había dado esa sensación tan rara, esa satisfacción parecida a la paz de los muertos.

Investigación: Sebastián N.Ortega y Equipo Cosecha Roja.
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Mientras el promedio nacional fue de 5,5 de muertes anuales/cada 100.000 habitantes en el año 2012, en Rosario fue 15,5, Tres veces mas. Llevamos en los 40 primeros días del 2013, 35 muertes solo por enfrentamientos mafiosos. Todo un récord.