martes, 20 de junio de 2017

INSEGURIDAD: INTERESES POLITICOS E INCOHERENCIAS

Hoy no fui a trabajar por el paro de colectivos, producto del asesinato de un chofer en Claypole, así que me puse a escribir esto. Estamos ante un nuevo logro de la democrática Argentina y su nota dominante: la inseguridad.
 
Vemos en todos los canales, periodistas haciendo cola para “compungirse” por tamaña pérdida, pero de autocrítica ni hablar. A los medios de comunicación se los suele llamar “el cuarto poder” y es tan corrupto e hipócrita como los otros tres,  ejecutivo, legislativo y  judicial, o tal vez es peor que esos tres. También los medios se mueven por influencias y dinero, hay que ser muy ingenuo para creer que los medios “informan”.
 
Hasta hace unos días atrás se notaba que la orden a todos los medios era salir a justificar y victimizar a los delincuentes menores de edad, así que el hecho de que salgan hoy a hacerse los dolidos por un nuevo muerto es por lo menos hipócrita.
 
Estos mismos medios son los que cuando se lincha un delincuente, matándolo o dejándolo maltrecho, se rasgan las vestiduras y le dan micrófono compulsivamente a los “expertos” defensores de los “derechos humanos”, que piden una investigación y “castigo ejemplar” al “delincuente” que  tuvo que hacer el trabajo que el estado no hace: hacer justicia por mano propia. Son estos medios también los que se comportan de análoga manera, linchando mediáticamente, a quien proponga, desde algún puesto legislativo, el endurecimiento de las leyes contra los delitos a la propiedad y las personas.
 
Y es que este sistema funciona así, como todo sistema, se conforma por piezas, engranajes que trabajan al unísono, con un objetivo claro: la indefensión, la desconfianza mutua de los ciudadanos, el caos y la anarquía. Y esto es así para todos los partidos “importantes”, trabajan mancomunados, aunque parezca que se pelean.
 
 De izquierda a derecha, discuten por nimiedades, pero a la hora de los temas importantes todos responden a los “dueños de la guita”, porque cuando de arriba, los grandes poderes del capitalismo financiero internacional, bajan una línea, en menos de 24 hs los partidos “mayoritarios” sacan cualquier ley que necesiten. De no hacerlo se le corta la financiación y con esto la posibilidad de seguir lucrando con la política. Por eso la denominada democracia de partidos políticos no es representativa, porque no responde a sus representados, sino del dinero para mantener la maquinaria partidaria y propagandística funcionando.
 
Con la inseguridad pasa lo mismo, la orden de arriba es mantener la delincuencia en la calle, porque es uno de los tantos factores utilizados para mantener el desorden social, el cual crea una masa maleable y desorganizada que el poder desea para  moldearla como le plazca. Y el papel de los medios es claro, hacer una cobertura  justificando la delincuencia, acusando a quienes quieren reprimirla de “nazi”, epíteto  desgastado al punto de no significar ya nada hoy en día, cualquier cosa que contradiga los designios de este poder es “nazi”, limitándose a compungirse hoy por un trabajador muerto, pero mañana volverán al mismo discurso pro delincuencia.
 
Al  mismo tiempo, y como reflexión final, me viene a la mente la paradoja de cuando la línea 60 estuvo de paro, hace un año aproximadamente si mal no recuerdo,  y era apoyado por el Partido Obrero, partido marxista troskista que, como buen partido de izquierda, defiende sistemáticamente a los delincuentes, licuando la culpa de ellos en “la sociedad”, de la misma forma que hace con los violadores y asesinos echándole la culpa al “patriarcado y el machismo”, entes totalmente abstracto que conducen a la impunidad del delincuente.
 
En este caso seguramente la izquierda hará lo mismo de siempre, ante un trabajador muerto por un delincuente optará por este último o por la evasiva de echarle la culpa una vez mas a “la sociedad” como causante de la delincuencia. Es hora de que los trabajadores identifiquen lo que en verdad es la izquierdasolo una caterva de agitadores a sueldo.
 
El trabajador tiene que darse cuenta que por derecha y centro tiene mercaderes de la política que lo único que hacen es lucrar y obedecer las órdenes del poder capitalista financiero que los financia. Por izquierda tienen agitadores a sueldo que se adueñan de los legítimos reclamos de los trabajadores para terminar tergiversándolos  defendiendo a los mismos delincuentes que matan trabajadores como en este caso puntual.
 
Pero claro, para la prensa la izquierda o la derecha son los buenos, los democráticos, a pesar de que sean unos delincuentes, agentes de la descomposición social y defensores de ladrones y antisociales. En cambio, esta misma prensa hipócrita y a sueldo se encarga de recordar todos los días que nosotros, los nacionalistas, que exigimos que se termine con esta carnicería democrática, que proponemos mano dura para los delincuentes, de a pie y de guante blanco, que exigimos que se termine de darle el poder a los corruptos, somos los “nazis”, los malos, los antidemocráticos.
 
Es hora de que los trabajadores se den cuenta que la única tendencia , que realmente pide que se castigue todos los delincuentes y corruptos, es el nacionalismo, y que la prensa no es más que un engranaje de este sistema para que se perpetúen en el poder los mismo delincuentes de siempre.
Martín Ledesma

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