lunes, 19 de septiembre de 2011

Corrupción en boga


Por José Olano

Los casos de corrupción del gobierno son arto conocidos desde el caso Skanska hasta el caso Schoklender.
Son múltiples los escándalos cuyos participes airosos y triunfantes esquivan fácilmente las rejas, y esto sin considerar los que no alcanzamos a descubrir cuyos actores logran la perfectección criminal con ayuda del poder justamente. Pero estos casos solo son la punta del iceberg.
La corrupción más grande es la sistémica, miles de millones de pesos despilfarrados y malversados a lo largo de toda la estructura del Estado.
Tan grande es esta corrupción que incluso los organismos de la usura internacional ya se muestran preocupados, como El Banco Mundial que pidió al gobierno más transparencia con los registros de los planes sociales.
Pero esta corrupción es la misma que lleva a los empleados de metro vías a quejarse de la tendinitis, a los empresarios del ferrocarril continuar con un sistema de trenes atrasado en cincuenta años, a los vecinos de los paso a nivel a presentar medidas cautelares contra obras viales para evitar los paso a nivel absolutamente necesarias, a los automovilistas a cruzar en rojo, a sobornar a los policías y a recibir planes sociales sin la real necesidad o sin siquiera calificar para ellos. No solo el poder es corrompido, la sociedad, que suele quejarse hipócritamente no es ajena al fenómeno que baja desde los estratos mas altos a los mas bajos
Para ser franco la primera corrupción es el sistema electoral y político el voto de la gente no cambia por la corrupción, porque saben que cualquiera de los opositores terminará cayendo también en lo mismo que los anteriores y que no podrá combatir la reinante corrupción. Donde todo es lo mismo, todo es negocio o negociado, donde todo es un mercado donde se ofertan y demandan votos y conciencias y donde la honestidad es una boludez no es extraño que los votantes sean tan corruptos como los votados.
Ciertamente esto no terminará sin el ascenso al poder de gobernantes que privilegien la virtud sobre cualquier otra cosa y que castiguen draconianamente los actos de corrupción. Dentro del Sistema es imposible que ocurra por que como dijimos el Sistema es la máxima corruptela. La prueba es que todo el mundo sabe que se han robado todo, de que ningún representante de los estamentos de poder puede justificar su patrimonio real, pero en definitiva nadie esta preso. Nadie

1 comentario:

Martín dijo...

Muy buena crítica.